España se hace mayor. Según datos del Instituto
Nacional de Estadística, la esperanza de vida en España desde el año 1994 hasta
el 2014, ha pasado de 74,4 a 80,1 años en los hombres y de 81,6 a 85,6 en el
caso de las mujeres. Estos datos junto con la baja natalidad presentada en
nuestro país (8,99‰ en
el año 2015), hace que España sea un país viejo.
Los
avances en la medicina y en los cuidados de la salud han hecho aumentar los
años que vivimos. No obstante, esto no ha hecho que las enfermedades
desaparezcan, lo que han hecho ha sido transformarlas. Hemos pasado de tener
cuadros clínicos agudos, cuyo desenlace era prácticamente inmediato, a
convertirse en cuadros crónicos. Esto se traduce en una población mayor que suele padecer un cuadro pluripatológico.
La población
mayor vive más, pero le toca convivir con un pasajero inesperado, la polimedicación. Hoy día hay
prácticamente una pastilla para cada enfermedad. Muchos de nuestros mayores
desayunan, comen y cenan con un cóctel de pastillas, cuanto menos preocupante.
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Imagen Hospital La Paloma |
Según
el estudio “PYCAF”, cuatro de cada
diez ancianos toma más de siete medicamentos al día. Este estudio llevado a
cabo por médicos residentes y apoyado por la Sociedad Española de Médicos de
Atención Primaria (SEMERGEN), ha revelado también que este tipo de pacientes
presenta una salud frágil, problemas de malnutrición (tanto por sobrepeso como
por bajo peso) y elevado riesgo cardiovascular. Si a estos hechos le sumamos el
posible deterioro cognitivo que puedan sufrir en mayor o menor grado, es cuestión
de tiempo que puedan padecer algún problema relacionado con su medicación.
La farmacia
comunitaria es consciente de esta situación y se está preparando para ello.
Existen diversos servicios profesionales
encaminados a garantizar un uso racional y seguro del medicamento. Entre
estos servicios se encuentran la elaboración de servicios personalizados de
dosificación (SPD), la revisión del uso de medicación (RUM) o los programas de
seguimiento de adherencia al tratamiento como es el servicio ConSIGUE.
Las nuevas tecnologías se suman a este reto
y pretenden aportar soluciones al mismo. En las esferas digitales cada vez es
más frecuente encontrarnos aplicaciones móviles que recuerdan la toma de
medicamentos, aportan información sobre reacciones adversas o interacciones, y
facilitan el seguimiento del cumplimiento de dichos tratamientos.
Como
ejemplo de estos avances está Ormes, el
primer pastillero con App. Se trata de un pastillero que contiene 28
compartimentos, divididos en 7 columnas (7 días de la semana) y cada columna
dividida en 4 apartados (desayuno-comida-cena-hora de dormir). Lleva
incorporado un sensor de temperatura para comprobar el estado óptimo de
conservación de los tratamientos, un bolsillo donde guardar la tarjeta
sanitaria y/o las recetas prescritas, y unas cómodas pinzas para garantizar la
manipulación higiénica de los medicamentos en cuestión.
Lo que
diferencia a Ormes de los demás pastilleros del mercado es su novedosa aplicación.
Esta app facilitará el trabajo a pacientes, cuidadores, personal de centros
sanitarios y toda aquella persona relacionada con el tratamiento en cuestión.
Los objetivos fijados para esta aplicación son reducir la probabilidad d error
a la hora de preparar el pastillero, garantizar una correcta adherencia al
tratamiento y facilitar la correcta identificación de los tratamientos
prescritos. La aplicación de Ormes se puede descargar de manera gratuita
pinchando aquí.
Las
nuevas tecnologías han venido para quedarse y pueden convertirse en unos
grandes aliados para el uso racional del medicamento. El farmacéutico debe
conocerlas y saber usarlas. El futuro ya está aquí.
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