El
saber no ocupa lugar… Hasta cierto punto. Nadie
nace sabido y hay que formarse para ir avanzando. Pero como todo en esta
vida, hay aspectos que se nos dan mejor que otros. No podemos, ni queremos,
saber de todo. Cuando estudiábamos la carrera, había asignaturas que nos
gustaban más que otras, y nos costaba menos aprenderlas. Una vez acabada la
carrera y llegado el momento de nuestro desarrollo profesional, nuestros gustos
y afinidades nos dirigen hacia un camino o a otro.
En el mundo de los servicios profesionales
ocurre lo mismo.
Uno se forma en base a sus gustos. No hay nada peor que estudiar algo que no te
gusta. Aunque a veces debamos esforzarnos un poco (no sabemos hasta que punto
nos puede gustar o no, si no lo probamos), también debemos ser conscientes de
nuestros propios límites. No hay nada de malo en decir NO a ciertas cosas.
Una
farmacia se debe a sus pacientes. Debe escucharles e identificar sus
necesidades. Y en base a esto, proporcionarle la mejor solución posible. Los
servicios profesionales están orientados a conseguir ese resultado. Sin
embargo, no todas las farmacias pueden
ofrecer los mismos servicios. Bien sea por un tema logístico (falta de
espacio, por ejemplo), por un tema económico (hay servicios que requieren un
cierto desembolso inicial, bien sea en material o en formación), o simplemente
por un tema de afinidad (ese tema no nos gusta y punto). Pero no por ello
debemos dejar de ofertárselo a nuestros pacientes.
¿Y por
qué digo todo esto? Este post surge como una reflexión a un tuit publicado por
nuestro compañero Roi Cal, que venía
a decir lo siguiente: “No estaría mal
que farmacias que no prestan determinados servicios, derivasen a pacientes a
otras que sí los ofrecen, por ejemplo la cesación tabáquica”.
Como ya
hemos dicho repetidamente, la función del farmacéutico ya no es meramente
dispensar un tratamiento prescrito por un médico. La labor asistencial engloba
todo un proceso de preguntas y respuestas con el fin de detectar una posible
necesidad del paciente. Una vez detectada dicha necesidad, debemos saber
satisfacerla. Y si no podemos hacerlo, debemos buscar otro tipo de soluciones.
Habrá
gente que piense “cómo le voy a mandar a
otra farmacia, pierdo un cliente”. Pues bien señores, ese cliente ya está
perdido desde el momento en el que no hemos sabido satisfacer su necesidad. Es
mucho mejor decirle, en mi opinión: “mire usted, creo que tiene este problema
pero yo no le puedo aportar la solución. Sin embargo, tengo un compañero aquí
al lado que sí podría ayudarle. Si quiere, vaya y dígale que va de mi parte, a
ver qué opinión le da él”. Os puedo asegurar que esa persona estará de lo más
agradecida por el servicio que le habéis dado, y no le vais a perder como
paciente, porque habéis pensado en él antes que en vosotros mismos.
Esta
regla no se va a poder aplicar a todo el mundo, porque somos muchos y cada uno
de nuestra forma de ser. Pero la mayoría os lo agradecerán. Valga como muestra
el siguiente ejemplo: en la farmacia en la que yo trabajaba, apenas teníamos
servicio de ortopedia. Sólo lo básico y de aquella manera. A mí personalmente
no era un tema en el que estuviera muy cómoda y me costaba mucho poder asesorarles.
Cerca de esta farmacia, había otra que estaba especializada en ortopedia e
hicimos muchas derivaciones. Al cabo del tiempo, volvían los pacientes a darnos
las gracias por la recomendación, ya que el farmacéutico en cuestión era un
gran profesional y los había atendido muy bien. Estos pacientes seguían
viniendo a nosotros con sus medicaciones habituales y con sus dudas. Les
habíamos dado una solución a sus problemas y estaban agradecidos. No había nada
malo en que dos farmacéuticos de diferentes farmacias, hubieran tratado a un
mismo paciente. Cada uno supo resolver
la necesidad que tenía en ese momento puntual.
Os he
contado mi experiencia en derivaciones. Seguramente habrá alguno de vosotros
que haya derivado y que el resultado no haya sido positivo. Otros ni os lo
habréis planteado. Con este post no quiero juzgar a nadie, sólo expreso una
opinión. Como ya he dicho, no podemos ser expertos en todo y no hay nada malo
en pedir ayuda de vez en cuando. Un saludo para todos, y gracias por leerme.
No hay comentarios:
Publicar un comentario