lunes, 7 de julio de 2014

¿Te reviso el botiquín?

La semana pasada podíamos leer la siguiente noticia en la página de Correo Farmacéutico: "Farmacias de Cáceres y Badajoz revisarán los botiquines domiciliarios". Una noticia que pone nuevamente en relieve la gran aportación que la Farmacia Comunitaria hace por la sociedad.

No es una noticia nueva, ni es innovadora, la verdad. Pero sí tiene una vital importancia. De sobra es conocido que el español medio, cuando le prescriben un tratamiento, suele guardar los envases no acabados (en ocasiones se prescriben tamaños de envase desproporcionados para la duración prevista del tratamiento). El problema viene cuando dicho almacenaje se hace forma incorrecta. A nuestras farmacias suelen llegar, sino a diario sí con relativa frecuencia, pacientes con un bote de crema en la mano para que le digamos para qué sirve, ya que "ha tirado el prospecto" (lo más habitual). 

Es muy habitual que estas medicinas se guarden en sitios inapropiados (cocinas, baños...) y al alcance de cualquiera (todos hemos leído alguna vez noticias de accidentes ocurridos entre niños y medicamentos). También es muy frecuente que las medicinas se guarden todas juntas, ya sean de tratamiento habitual o de uso para pequeños síndromes que no requieran de valoración médica. Es decir, guardamos el Enalapril que nos tomamos a diario para controlar la tensión, con el Paracetamol que nos podemos tomar sólo cuando nos duela la cabeza. No señor, al pan pan y al vino vino. El botiquín por un lado, el tratamiento crónico por otro.

El objetivo de este post es hacer llegar la información necesaria para que el público en general sepa qué es un botiquín casero, qué debe contener y qué no, y en qué condiciones se debe almacenar. Pero antes de entrar en materia, sólo quiero resaltar un pequeño detalle de la noticia que, quizá se os haya pasado por alto, pero que a mí me ha parecido cuánto menos digno de mencionar.

En el texto de la noticia se puede leer: "Esta campaña, totalmente gratuita para los pacientes, cuenta con la colaboración de...". ¿No os ha llamado la atención que haya que resaltar que esta actividad es totalmente gratuita? Este hecho me hace llegar a dos conclusiones. La primera que el español medio es para echarle de comer a parte. Estamos hablando de su salud y del riesgo que le puede suponer tener en casa una medicina caducada. El paciente no sabe de medicamentos, para eso están los profesionales que le van a asesorar. Pero eso sí, si eso le va a suponer tener que "soltar las perras", virgencita que me quede como estoy. ¡¡Olé tú!! Somos la cultura de "para mí todo gratis". No señores no, el tiempo es oro, el tuyo y el mío. Yo te ofrezco un servicio, tú lo pagas encantado porque es beneficioso para ti. A mí me parece lo más razonable.
La segunda conclusión a la que he llegado con esa expresión, y que me ha supuesto más de una discusión (en un buen tono, se entiende) es el hecho por el que se aboga tanto desde la Farmacia Comunitaria: la Cartera de Servicios Profesionales en Farmacia. Si desde un periódico se tiene que explicar que esa actividad, como ya he dicho beneficiosa para todo ciudadano, es gratuita porque sino no va "ni el tato" a la farmacia, me hace plantearme muy seriamente el que consigamos una Cartera de Servicios remunerada. Ojalá poco a poco vayamos consiguiendo cambiar la mentalidad de la gente. Pero nos va a costar.

Bueno, reflexiones a parte, vamos al lío. ¿Qué es un botiquín casero? Un botiquín es un recipiente, bien sea un mueble o una caja, destinado a contener las medicinas que se van a utilizar para aliviar pequeñas molestias que no requieren consulta médica. Su contenido va a variar según cómo sea cada familia, si hay niños pequeños o personas mayores el contenido no va a ser el mismo.

¿Qué no es un botiquín casero? Un botiquín no significa tener una farmacia o un almacén de medicamentos en casa. Tampoco va a ser el lugar en el que guardaremos las medicinas de uso diario, como son los tratamientos de la tensión, del colesterol, etc. 

¿Qué debe contener un botiquín? El botiquín debe contener medicinas, un termómetro de fácil lectura y material para hacer curas. Los medicamentos se guardarán siempre en su envase original y con su prospecto, con el fin de poder consultarlos en cualquier momento.
Una lista orientativa de medicamentos a incluir en el botiquín es la siguiente:
  • Analgésicos y Antitérmicos: son medicamentos para el dolor y la fiebre, como por ejemplo el Paracetamol.
  • Antiinflamatorios: sólo deben usarse en el caso que se sospeche que la dolencia está causada por una inflamación. Las personas que sufran de problemas estomacales deben tomarlos con precaución. El más conocido es el Ibuprofeno.
  • Antiácidos: para aquellas personas que sufran de molestias estomacales después de las comidas. Si los síntomas persisten, se debe acudir al médico.
  • Anticatarrales: medicinas para aliviar los síntomas del resfriado (dolor de garganta, congestión nasal, fiebre). En estos casos es muy importante mantener una buena hidratación. En ningún caso se tomarán antibióticos para el resfriado, ya que los catarros son procesos virales y los antibióticos nada pueden hacer en estos casos.
  • Antitusivos: la tos es un mecanismo de defensa que mantiene la garganta y las vías respiratorias limpias y permeables. Sin embargo, una tos excesiva puede significar que existe una enfermedad de base. El medicamento más común en este caso es el Dextrometorfano. En caso de no mejorar los síntomas, se debe acudir al médico. 
  • Sales de rehidratación oral: muy útiles en caso de diarreas o vómitos importantes que pueden dar lugar a deshidratación. Este caso es especialmente grave en el caso de niños y ancianos. Se deben utilizar las fórmulas recomendadas por la Organización Mundial de la salud que se presentan en sobres para preparar en el momento o en presentaciones líquidas con sabores, que pueden ser más fáciles de tomar para los niños.
  • Suero fisiológico: utilizado para lavar heridas y también para hacer lavados nasales y oculares. Tras cada utilización, se debe rechazar el sobrante o mantenerlo abierto durante un corto periodo de tiempo.
  • Antisépticos: para evitar que las heridas se infecten. Se recomienda utilizar clorhexidina para la desinfección de la piel intacta, mejor que la povidona yodada. Las mujeres embarazas y en periodo de lactancia deben evitar el contacto con la povidona yodada en zonas extensas de la piel y en la zona vaginal, así como su uso prolongado, sin consultar antes con el médico. 
  • Crema para picaduras de insecto.
  • Pomada para quemaduras superficiales: no se deben aplicar en las quemaduras productos tales como aceite, manteca, hielo, pasta dentífrica, etc.
  • Crema para las quemaduras solares: siempre se debe utilizar fotoprotector si nos vamos a exponer al sol. En caso de quemaduras graves y de que se produzcan ampollas, se debe consultar al médico inmediatamente.
  • Pomada para las escoceduras de la piel: como son aquellas cremas que contengan óxido de zinc.
En cuanto al material de curas, en todo botiquín debe haber:
  • Tijeras de punta redondeada: se deben lavar con agua y jabón o clorhexidina siempre después de cada uso.
  • Pinzas: para extraer cuerpos extraños. También se deben limpiar correctamente después de cada uso.
  • Jeringa desechable: para lavados de heridas y lavados nasales.
  • Tiritas
  • Gasas estériles
  • Esparadrapo
  • Venda elástica
  • Vendas de gasa
  • Bolsa para poder aplicar frío: se recomienda aplicar frío después de un golpe, para disminuir la inflamación. El calor seco es más adecuado para otros procesos como lumbalgias o contracturas. 
¿Qué no debe haber en un botiquín? En un botiquín casero no puede haber medicamentos caducados, medicamentos en mal estado, restos de tratamientos anteriores, los tratamientos habituales de la familia, medicamentos sin prospecto, termómetros que no funcionen, tijeras y pinzas oxidadas. 

¿Dónde colocar el botiquín? Se debe situar en un lugar limpio, seco y fresco. Protegido de la luz, sobre todo evitar la luz directa del sol. Se debe guardar en un lugar seguro, fuera del alcance de los niños. El botiquín debe estar siempre cerrado, pero de apertura fácil. Y debe estar en un lugar conocido por todos los que lo puedan necesitar.

¿Dónde no se debe colocar el botiquín? Ni en el baño ni en la cocina, ya que hay cambios frecuentes de temperatura y de humedad. Tampoco debe estar en un sitio de difícil acceso o cerrado con llave, lo que no permitiría utilizarlo en caso de necesidad.

Hay que revisar periódicamente el botiquín para retirar los medicamentos caducados o en mal estado, y reponer los que sean necesarios. En las farmacias existe un contenedor específico, llamado SIGRE, donde poder depositar los medicamentos que estén deteriorados o caducados. Se debe limpiar y revisar el botiquín al menos una vez al año. En ningún caso se deben tirar los medicamentos por el desagüe o a la basura, ya que contaminan el medio ambiente. 

No se deben guardar medicamentos en casa "por si acaso los volvemos a utilizar" ya que no todos los medicamentos van bien para todas las personas, los medicamentos se caducan y pierden efectividad, y porque no todas las enfermedades son iguales aunque los síntomas sean similares.